Ingrid Rudelman
Rudelman tiene más de diez años bajo un intenso trabajo de utilizar la geometría para entender el mundo. Es un quehacer que requiere tanto fortaleza como delicadeza, se necesita la capacidad de saber la calidad de un material geológico con solo sentir su textura y vibración con la palma de la mano desnuda, luego esa misma mano y con gruesos guantes utiliza la pesada maquinaria para manipular la piedra. Cuando no trabaja la piedra, se encuentra soldando y fundiendo láminas que superan las dimensiones humanas; todo esto en el espacio armonioso de su taller.
